lunes, 3 de junio de 2013

La burguesía colonizada utiliza lumpenproletarios para acabar diálogos

El imperio utiliza a la cipaya burguesía criolla como arma para defender sus intereses geoestratégicos de dominación global, y la burguesía colonizada, a su vez, ocupa a lumpenproletarios como Julio Roberto Gómez, para lanzar piedras a La Mesa de conversaciones en La Habana. Están buscando excusas para terminar los diálogos, y nada mejor que un falso positivo, que ensucie a un brillante  contrincante en La Mesa. Lamentable  que Antonio Navarro le haga eco a las torticeras maniobras de  Juan Manuel Santos. 

Comunicado FARC-EP: 

Rechazo rotundo a las afirmaciones del presidente Juan Manuel Santos


El 2 de junio, varios medios nacionales reprodujeron declaraciones del presidente Juan Manuel Santos acusando a las FARC-EP de amenazar a Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT) y a varios dirigentes de la misma central obrera. El presidente afirmó: “Donde llegue a ser cierto esto y lo ejecuten, podría poner en peligro el proceso de paz porque sería absolutamente inaceptable”. Rechazamos rotunda y enfáticamente tal acusación.
Siguen su accionar los enemigos ya no agazapados sino desembozados contra la paz.
No es política de las FARC-EP amenazar, mucho menos a dirigentes sociales y sindicales. Ningún Bloque o Columna de nuestra organización en toda la geografía patria ha amenazado de muerte a Julio Roberto Gómez ni a ningún otro integrante de la dirección de la CGT.

El cacareado panfleto atribuido al Frente Antonio Nariño no es más que una invención de la derecha militarista y la inteligencia policial que siembra cizaña para generar ruido mediático en beneficio de sus intereses mezquinos. Eso ha de quedar claro para todo el país.

Cosa distinta es que dicho dirigente esté cada día más desacreditado frente a la clase obrera colombiana, que ve en él a una expresión vergonzosa del sindicalismo corporativista y esquirol que tanto daño ha hecho y hace a los trabajadores de nuestra patria.

Quien asesina sindicalistas en Colombia es el militarismo y el paramilitarismo oficial que practica la guerra sucia.

Darle credibilidad a un panfleto apócrifo no muestra disposición sincera a recorrer los difíciles caminos de la construcción de acuerdos para encontrar una salida diferente a la guerra.

La clase obrera y el pueblo en general sabe que en las FARC-EP tienen pleno respaldo para sus luchas encaminadas al logro del anhelo de las mayorías: la Paz democrática con dignidad y justicia social.

Secretariado Nacional de las FARC EP.
Montañas de Colombia, Junio 2 de 2013.

No hay comentarios: