viernes, 29 de noviembre de 2013

¿Cuál paz buscamos en Colombia?

 Dilia Nelma Forero Sánchez

Para dar respuesta al cuestionamiento se   abordarán tres temáticas: la geográfica, la económica y la atinente, propiamente, a la paz. Antes se debe señalar que existe una brecha profunda entre geografía y economía, a pesar de los estrechos vínculos entre las dos ciencias, pues el geógrafo se olvida de la economía y el economista hace lo propio con la geografía.  Entonces, cabe la pregunta, ¿por qué el pensamiento económico  hace poca referencia en sus  planteamientos a la geografía y,  a su vez, por qué los geógrafos se interesan poco en la economía?  Al respecto, es imprescindible recordar que la economía establece como algo fundamental los tres factores básicos de la producción determinados por Smith y David Ricardo: la TIERRA, el TRABAJO y el CAPITAL; estos  dieron origen a un mar teórico, tratando de explicar la forma de combinar estos factores, dando por sentado  un comportamiento racional del hombre. Sus  ideas  constituyen lo que hoy conocemos como “competencia perfecta”; más tarde, en 1848, fueron pulidas por John Stuart Mill, quien creyó que la pureza  de la competencia perfecta estaba en el librecambio, para lo cual acuñó  el supuesto de que las transacciones se realizan en el mismo lugar, estableciendo el modelo de una economía sin dimensiones,   actualmente se ve materializada en la “globalización de la economía”.  De otro lado, cabe señalar que la moderna geografía estudia las diversas fuerzas que obran sobre ella, en sus manifestaciones y en sus consecuencias, estudiando, además, esas fuerzas en sus relaciones recíprocas y en las consecuencias de esas relaciones, alejándose de la geografía de la antigüedad que se dedicaba exclusivamente a la descripción de la tierra.

Una aproximación de las dos ciencias es la geografía económica, ciencia que nace después de la segunda guerra mundial, y que el profesor   A. Palomeque Torres define como: "el estudio de la relación de los factores físicos del medio con las condiciones económicas de la producción y de la distribución de las mercancías, encuadrando todo ello dentro del marco geográfico donde tiene lugar"[1].

Sobre la paz, Galtung Johan (2013)   dice que  la paz puede ser definida tanto en  sentido positivo como en sentido negativo[2]. “En sentido positivo, la paz es un estado de tranquilidad y quietud; en cambio, en sentido negativo, la paz es la ausencia de guerra o violencia”. A nivel político y para el derecho internacional, “la paz es la situación y relación mutua de quienes no se encuentran en guerra”. Se trata, en estos casos de una paz social, donde se mantienen buenas relaciones entre comunidades de individuos. A lo largo de la historia, la paz social no siempre fue considerada como algo bueno. Algunos pueblos, como los vikingos, basaban su desarrollo en el saqueo de las comunidades vecinas, por lo que exaltaban a los guerreros y sus virtudes. Ese concepto es el que, hoy, alienta al imperio USA, pues las últimas guerras (Irak, Afganistan, Libia) han tenido como trasfondo la apropiación de sus recursos naturales.    La paz también puede referirse al tratado o convenio que se establece entre gobernantes para poner fin a un conflicto bélico. Por último,   la Pax romana (paz romana) es un concepto que se refiere a un gobierno que ejerce el poder unilateral, sin controles y sin respeto por los derechos de los ciudadanos, como  ha venido siendo la constante en Colombia, más acentuado desde el gobierno de Álvaro Uribe.

José María Franquet Bernis, dice que[3]: “el concepto de "territorio" es más amplio que el de "suelo". Christian (1963) lo define como un área específica de la superficie terrestre, cuyas características abarcan todos los atributos, razonablemente estables o previsiblemente cíclicos, de la biosfera de esta área, considerada verticalmente de arriba a abajo, incluyendo los de la atmósfera, el suelo con sus diferentes horizontes y el material geológico subyacente; también se incluyen la topografía, la hidrología, las poblaciones vegetales y animales, y los resultados de la actividad humana en el pasado y en el presente, en la medida que estos atributos ejercen una influencia significativa sobre los usos presentes y futuros del territorio por el hombre”.  En este sentido el concepto de territorio no se puede desligar de la actividad humana, es decir que no es posible concebir el territorio sin concebir a la economía.

En el modelo económico capitalista  no es posible la paz en el sentido positivo, pues se mantiene una constante lucha de clases, entre la pobrería excluida y la oligarquía explotadora, como su enemigo natural; en este sentido   el profesor Libardo Sánchez comenta que el  régimen es  el “enemigo público”,  ya que según Fermín Gongeta:   “(…) nos ha arrebatado todas nuestras pertenencias, nuestros derechos, nuestras posibilidades de vida dignanos han robado todo, hasta la vida”. Continúa el profesor  Sánchez: “(…) Y es enemigo porque niega la gratuidad de la educación en todos los niveles; no ofrece salud y seguridad social a todos los colombianos; porque se opone a que haya   reforma agraria, para que la tierra esté en manos de quien la trabaja; porque entregó la soberanía al imperio USA y a las transnacionales.  Y no contentos con lo que ya quitaron, ahora, pretenden dirigir   el despojo hacia las clases que, aún, les queda algún patrimonio”.  Y agrega el profesor Libardo. “Entre  telones  asoman la cabeza  otros enemigos públicos, y es bueno ponerlos frente al auditorio social,  en primer lugar están los políticos de todos los pelambres: de “izquierdas”, centro y derechas,  y le siguen una pléyade de burguesías: burguesía bancaria y financiera, industrial, agroindustrial y la burocrática, esta última tan dañina o más que los políticos. Y menciona a Fernando Dorado, quien dice: “Todas ellas, hacen parte de la oligarquía antinacional y entreguista de los intereses soberanos del pueblo colombiano”.

Y el mismo autor se pregunta: “¿Por qué los políticos representan el enemigo público número uno? Lo primero que se puede decir es que  a través del parlamento no es posible realizar transformación social alguna, y, en cambio, los parlamentarios sirven como el instrumento ideal de las castas en el poder para apalancar sus políticas de despojo y entrega de recursos y  soberanía. Gracias, en buena medida,  a la clase política nuestra base social de obreros y campesinos forma parte de la masa proletaria universal de pobres, oprimidos y explotados”.    Luego cuestiona: “¿Son  responsables  solamente los políticos  de derecha? Desafortunadamente,  también, son responsables los  representantes de la llamada  “izquierda”, pues una vez acomodados en el parlamento, no jalonan un corrimiento hacia la izquierda del mundo sino todo lo contrario, y al no tener eco sus opiniones (oposición) la gente termina creyendo que izquierda y derecha son lo mismo”.

También, se pregunta el profesor Sánchez:  “¿Cómo se ha dado la sumatoria para conformar el gran  “enemigo público” en cabeza de la clase dominante? Responde: “inicialmente estuvo conformado  por los grandes propietarios tradicionales de latifundios, luego se sumaron los grandes terratenientes emergentes  quienes se apropiaron   de manera ilegal  de las tierras  de los campesinos; y acogiendo una afirmación de Fernando Dorado dice:  “a partir de los años 80s y 90s del siglo pasado se fundieron  con la burguesía industrial, agro-industrial y la bancaria; alimentada  también por los dineros provenientes del narcotráfico   convirtiéndose en la burguesía financiera transnacionalizada que hoy domina la nación

En su análisis, el profesor Sánchez, nos habla de un enemigo, esto significa   que, necesariamente,  hay un conflicto, que no hay paz; así mismo  nos habla de  territorio en disputa y de sumatoria de enemigos,  conformando un  gran “enemigo público”; y es a través de la acumulación del territorio como se domina.    El  modelo capitalista      se fundamenta en la acumulación; el profesor Sánchez explica cómo el capitalismo engendra violencia: “El  modelo de producción capitalista, enemigo público de toda  la humanidad,  zurce una manta neoliberal  con hilos de  violencia y pobreza física y moral,  enredando en la rueca de la explotación del hombre por el hombre el futuro de las mayorías”[4].

Así que se podrá hablar de paz, únicamente, cuando hayamos superado el capitalismo.  La  lucha por la paz implica que la tierra debe estar al servicio del hombre, para satisfacer sus necesidades de alimento, abrigo, amor y esparcimiento;  expresa el pueblo nasa[5].: “A todas y todos los agentes del proyecto de muerte vengan de donde vengan, les ratificamos que nuestra Madre Tierra no es mercancía. No está en venta. No tiene precio. Que nuestra conciencia pese a dificultades y contradicciones sigue creciendo, sigue resistiendo y quiere tejerse a otras luchas y alternativas que desde cualquier rincón del Abya Yala están caminando palabra y acción dignas de hijos e hijas de la Madre Tierra. Que nuestro tiempo no es ni será nunca el del despojo y el desprecio sino el de los ritmos de la vida. Que vamos a seguir insistiendo para que la autonomía no sólo no se nos quede en el discurso, sino que no la sigan mintiendo como palabra vacía y pretexto, para que crear y defender autonomías sea una práctica concreta que nos permita vivir dignamente y en libertad.

Por eso no solo vamos a seguir movilizándonos en rechazo al modelo económico del extractivismo y el mal llamado libre comercio; al terror y a la guerra que nos mata y nos desplaza; a la legislación del despojo que nos somete, sino que vamos a seguir construyendo nuestra sociedad-otra y vamos a seguir ejerciendo desde abajo nuestro control territorial frente a todo actor y flagelo que desarmonice nuestro territorio. Lo venimos haciendo, a pesar de contradicciones y dificultades”

 Es  urgente levantar nuestra voz en contra de los “pazólogos” de oficio, aquellos para quienes silenciar los fúsiles es sinónimo de paz, así no   se den   cambios estructurales de tipo social, económico, político, jurídico y cultural. A estos pazólogos, sólo los anima el poder acomodarse en el parlamento, para disfrutar de los suculentos privilegios que allí se obtienen. Sólo con la lucha frontal contra el vetusto modelo económico y sus superestructuras creadas se consigue la paz, los pacifistas pretenden adormecer a la clase trabajadora, detener las luchas campesinas, de los estudiantes y de todos los excluidos.

Para que la paz se manifieste en el territorio colombiano se requiere transformar la sociedad y para ello se necesita, en primer lugar,  la identificación del enemigo y un levantamiento popular general contra éste; y se tendrá éxito  si hay   concientización de clase, organización y movilización.







[1] (2012, 01). Geografía. BuenasTareas.com. Recuperado 01, 2012, de  http://www.buenastareas.com/ensayos/Geografia/3373987.html                                                                           
[2] Galtung Johan, en  http://es.wikipedia.org/wiki/Johan_Galtung, descargado el 25 de noviembre de 2013
[3] Franquet Bernis, José María. Un modelo racional de organización territorial. Aplicación a Cataluña.  Tesis doctoral en http: www.edumet.com descargado el 25 de noviembre de 2013.
[4] Sánchez Gómez, Libardo. Identificando al enemigo en: http://libsang-elviajeroysusombra.blogspot.com/
[5] Acin.  NOS LEVANTAMOS EN MINGA PARA NO SEGUIR SIENDO LO QUE NUNCA HEMOS SIDO. Tomado de http://libsang-elviajeroysusombra.blogspot.com/. Descargado 18 de noviembre de 2013.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

SOLIDARIDAD CON LA COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSÉ DE APARTADÓ. PARAMILITARES DESAPARECEN A 6 MIEMBROS

Comunidad de Paz de San José de Apartadó Logo
Paramilitares a todas anchas desaparecen a 6 personas

Nuevamente nuestra Comunidad de Paz, eleva un clamor urgente pidiendo a la comunidad nacional e internacional por la vida de 6 civiles a quienes los paramilitares desaparecieron.


El miércoles 13 de noviembre de 2013; un grupo de paramilitares hizo presencia en la vereda Arenas Bajas, allí, amenazaron a varias familias diciendo que tienen una incursión preparada contra varias personas en la región.

El domingo 17 de noviembre de 2013; un grupo de paramilitares hizo presencia en la vereda Mulatos junto al asentamiento de nuestra  Comunidad de Paz.

El lunes 18 de noviembre de 2013; hacia las 8:00 horas un grupo de paramilitares llego a la vereda Arenas Altas, donde existe un asentamiento de nuestra Comunidad de Paz, y se llevaron a 6 civiles entre ellos 5 menores de edad.  Además se comieron las gallinas de las diversas casas a las que entraron, este mismo día cuando los paramilitares se regresaban al pasar por la vereda Arenas Bajas entraron a la vivienda de un campesino y allí amenazaron a una joven de querer llevársela acusándola de ser guerrillera.

Nuevamente los paramilitares actúan a todas anchas con el apoyo de la fuerza publica, quienes a todas luces los protegen y los defienden.
No podemos mas que deplorar y rechazar estas acciones que una ves mas afirman la connivencia entre las instituciones del Estado y los grupos paramilitares su brazo clandestino.

Comunidad de Paz de San José de Apartado

Noviembre 19 de 2013

martes, 19 de noviembre de 2013

Identificando al enemigo

Libardo Sánchez G.

Las conversaciones de  paz en La Habana entre las FARCEP y el gobierno colombiano, la  movilización de los campesinos en el Catatumbo, la de los campesinos del  Valle de Ubaté y Boyacá durante el Paro Agrario Nacional Agrario y, recientemente,   la de los indígenas, han puesto de relieve la  intensa lucha de clases  entre   el pueblo en general y las  castas dominantes,   que ejercen monopólicamente el poder del Estado. El desarrollo económico y social   desigual va construyendo a lo largo y ancho del país  franjas (estratos) sociales las cuales, unas veces, se tocan y otras se distancian. Últimamente los   productores agropecuarios   medianos se han sumado a las luchas  reivindicatorias de los pobres del campo y   mineros artesanales; las políticas gubernamentales amenazan peligrosamente   bienes e ingresos de las capas medias. La complejidad de la crisis social colombiana hace florecer increíbles sincretismos entre clases sociales distantes,  César Pachón,    principal  vocero  de los productores agrícolas de Ubaté y Boyacá, es uno de los más grandes cultivadores de papa en el país, y  el representante de los mineros   un empresario con ingresos mensuales superiores a los veinte millones de pesos.  ¿Qué  los   ata a los de ruana? Probablemente el temor de quedarse sin ruana. Los campesinos  criollos  acomodados   se han dado cuenta de   que bajo el comando del gran capital transnacional no hay opciones viables para ellos. Es claro que el móvil que guía a la clase dominante y que se ancla en la desregulación del mercado, la codicia y especulación del capital financiero  ha asustado al pueblo colombiano en general. Y la coyuntura ha dado para que César Pachón sea proclamado candidato a la presidencia, para demostrarle a Santos que el “tal pueblo” sí existe y no come cuento.

Los  campesinos,  mineros medianos y artesanales, pequeños transportadores, estudiantes y, en general,  todos los excluidos, enfrentan un “enemigo público” común. El término enemigo público se acuñó   durante  la Revolución francesa para designar a los enemigos del régimen y para la sustentación del terror. En Colombia al término hay que darle un giro de 360°, pues quien se comporta como enemigo  social  es el régimen.  El  régimen es  el “enemigo público”  porque en palabras de Fermín Gongeta,   “(…) nos ha arrebatado todas nuestras pertenencias, nuestros derechos, nuestras posibilidades de vida digna… nos han robado todo, hasta la vida”. Y es enemigo porque niega la gratuidad de la educación en todos los niveles; no ofrece salud y seguridad social a todos los colombianos; porque se opone a que haya   reforma agraria, para que la tierra esté en manos de quien la trabaja; porque entregó la soberanía al imperio USA y a las transnacionales.  Y no contentos con lo que ya quitaron, ahora, pretenden dirigir   el despojo hacia las clases que, aún, les queda algún patrimonio.   Según  el autor citado “el enemigo público”   roba siguiendo la lógica cristiana: “A quienes menos tienen, les roban para engrandecerse unos pocos. Muchos de ellos, de los ladrones públicos, siguen el pensamiento del Nazareno, cuando predijo: A todo aquel que tenga se le dará más; pero al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará. (Evangelio según Lucas, 19,26)”.

Entre  telones   asoman la cabeza  otros enemigos públicos, y es bueno ponerlos frente al auditorio social,  en primer lugar están los políticos de todos los pelambres: de “izquierdas”, centro y derechas,  y le siguen una pléyade de burguesías: burguesía bancaria y financiera, industrial, agroindustrial y la burocrática, esta última tan dañina o más que los políticos. De acuerdo a Fernando Dorado, “Todas ellas, hacen parte de la oligarquía antinacional y entreguista de los intereses soberanos del pueblo colombiano”.

¿Por qué los políticos representan el enemigo público número uno? Lo primero que se puede decir es que  a través del parlamento no es posible realizar transformación social alguna, y, en cambio, los parlamentarios sirven como el instrumento ideal de las castas en el poder para apalancar sus políticas de despojo y entrega de recursos y  soberanía. Gracias, en buena medida,  a la clase política nuestra base social de obreros y campesinos forma parte de la masa proletaria universal de pobres, oprimidos y explotados.    ¿Son  responsables  solamente los políticos  de derecha? Desafortunadamente,  también, son responsables los  representantes de la llamada  “izquierda”, pues una vez acomodados en el parlamento, no jalonan un corrimiento hacia la izquierda del mundo sino todo lo contrario, y al no tener eco sus opiniones (oposición) la gente termina creyendo que izquierda y derecha son lo mismo. Sorj Chalandon (Premio Albert-Londres en 1988) dice que: “El político es presa del cuarto muro, el que impide al actor intimar con el público. Ellos teatralizan la vida de los demás, de quienes les han votado, pero no viven su tragedia permanente, sino que se refugian, y se aprovechan de ella”. Gongeta resalta la advertencia de Platón quien pensaba que los políticos en el parlamento no sólo son enemigos sino que “la mayoría de los hombres en el poder, se convierten en peligrosos”. Él mismo dice que  “la historia se repite a través de todos los siglos.  Es cierto,  piden serenidad y obediencia.  Nos quieren dóciles. Hacen de sus instituciones y de sus leyes los paraísos de su poder, construido sobre nuestra pasividad. Su mundo se detiene en la frontera de su piel”.

¿Cómo se ha dado la sumatoria para conformar el gran  “enemigo público” en cabeza de la clase dominante? inicialmente estuvo conformado  por los grandes propietarios tradicionales de latifundios, luego se sumaron los grandes terratenientes emergentes  quienes se apropiaron   de manera ilegal  de las tierras  de los campesinos; y a partir de los años 80s y 90s del siglo pasado se fundieron  con la burguesía industrial, agro-industrial y la bancaria, “alimentada  también por los dineros provenientes del narcotráfico   convirtiéndose en la burguesía financiera transnacionalizada que hoy domina la nación” (Fernando Dorado)

El  modelo de producción capitalista, enemigo público de toda  la humanidad,   zurce una manta neoliberal  con hilos de  violencia y pobreza física y moral,  enredando en la rueca de la explotación del hombre por el hombre el futuro de las mayorías.

El Águila imperial funge como el enemigo absoluto, ha puesto sus garras sobre el planeta tierra imponiendo el modelo globalizador, y es quien se lleva nuestros recursos y sostiene a las castas vándalas en el poder.  

Para cualquier lector  existe la inquietud acerca de si se han escogido correctamente los “enemigos públicos” y si son y están todos. No hay que olvidar que, a escala global, a partir del 11 de septiembre, día del ataque a las Torres Gemelas (el más grande falso positivo en la historia del hombre sobre la Tierra)  el Departamento de Defensa de EEUU parió al enemigo de toda la humanidad: “el terrorismo”; el temible monstruo está encarnado por cualquier opositor al  establishmen o por quien, siquiera, se atreva a cuestionar a las castas en el poder.  En Colombia  los principales opositores al régimen,   los alzados en armas,  fueron convertidos  en “terroristas”, y, por tanto, en los  principales enemigos públicos;  el ex presidente Uribe se refería a ellos como “los terroristas de la … JAR…”, y   les acusó de ser los responsables de los males pasados, presentes y futuros.  Cosas de la vida,   ahora, en La Habana los insurgentes  están dando los primeros pasos hacia la incorporación al sistema, para dejar  de ser terroristas. El solo hecho de sentarse  a conversar, aceptando que no se discutan cambios estructurales económicos, sociales, políticos y jurídicos, es un indicativo de sus intenciones de asimilarse al modelo. Y si esto ocurre  pronto los veremos convertidos en politólogos y en acérrimos enemigos del uso de las armas como medio para acceder al poder; así ha ocurrido con todos aquellos que un día empuñaron el fúsil y luego abandonaron las filas insurgentes.  Entonces,   muy pronto, los miembros de la FARC EP, que se desmovilicen,   se convertirán   en actores políticos bajo las reglas del establecimiento y,  Probablemente, bajo la dinámica del modelo muchos de ellos, también, se convertirán en enemigos de sus compatriotas no afectos al sistema. 


 Antes que, lo que parece inevitable, ocurra y para que las FARC EP  reflexionen sobre el paso que van a dar, y no terminen convirtiéndose en   futuros enemigos públicos, es bueno recordar lo que “Tejido de Comunicación – ACIN” dijo recientemente: -“No venderse, no rendirse y no dejarse engañar” son las enseñanzas prácticas de quienes jamás caen en la trampa que tienden los malos gobiernos y sus cómplices, vengan de donde vengan”. También afirman: “(…) Es que, en últimas, no luchamos para que nos den un espacio en el proyecto de muerte ni cargos en los malos gobiernos, sino para que nuestros planes de vida y nuestros buenos gobiernos los reemplacen para siempre” (NOS LEVANTAMOS EN MINGA PARA NO SEGUIR SIENDO LO QUE NUNCA HEMOS SIDO)

lunes, 18 de noviembre de 2013

NOS LEVANTAMOS EN MINGA PARA NO SEGUIR SIENDO LO QUE NUNCA HEMOS SIDO

Sin rendirnos, ni vendernos ni dejarnos engañar: Vamos de vuelta a la casa grande de la Madre Tierra. 


Cuando nuestras y nuestros ancestros descubrieron a los españoles, América todavía no existía. Tampoco existía octubre ni el día 12, ni 1492. Ahora que seguimos descubriendo las estrategias que usan para imponer su proyecto de muerte, nosotras y nosotros, las comunidades y los pueblos, nos levantamos en palabra y acción desde nuestros territorios para decirle a las y los conquistadores que no queremos los tratados de libre comercio, que no aceptamos el extractivismo de nuestra Madre Tierra y que no vamos a seguir recibiendo sus espejos. Que nuestra lucha va a seguir caminando en defensa y construcción de la vida, del territorio y de la paz que soñamos desde abajo y entre pueblos. 

A todas y todos los agentes del proyecto de muerte vengan de donde vengan, les ratificamos que nuestra Madre Tierra no es mercancía. No está en venta. No tiene precio. Que nuestra conciencia pese a dificultades y contradicciones sigue creciendo, sigue resistiendo y quiere tejerse a otras luchas y alternativas que desde cualquier rincón del Abya Yala están caminando palabra y acción dignas de hijos e hijas de la Madre Tierra. Que nuestro tiempo no es ni será nunca el del despojo y el desprecio sino el de los ritmos de la vida. Que vamos a seguir insistiendo para que la autonomía no sólo no se nos quede en el discurso, sino que no la sigan mintiendo como palabra vacía y pretexto, para que crear y defender autonomías sea una práctica concreta que nos permita vivir dignamente y en libertad. 

Por eso no solo vamos a seguir movilizándonos en rechazo al modelo económico del extractivismo y el mal llamado libre comercio; al terror y a la guerra que nos mata y nos desplaza; a la legislación del despojo que nos somete, sino que vamos a seguir construyendo nuestra sociedad-otra y vamos a seguir ejerciendo desde abajo nuestro control territorial frente a todo actor y flagelo que desarmonice nuestro territorio. Lo venimos haciendo, a pesar de contradicciones y dificultades. Actualmente podemos señalar ejemplos en nuestros resguardos, particularmente en Toribío, Canoas, Munchique, Jambaló entre otros. Las comunidades de base le siguen diciendo No a la militarización de nuestros sitios sagrados; No al mal uso de la planta sagrada y al narcotráfico; No a la guerra y a los actores armados; No a la minería; No a la privatización de los bienes comunes: No a las decisiones autoritarias e inconsultas. Muchos NO a todo lo que amenace la autonomía y profundice la conquista venga de donde venga.

Por todos esos dolores que nos enferman en nuestros territorios como consecuencia de la perpetuación de la conquista, nos vamos a movilizar. Vamos a seguir insistiendo en la autonomía desde abajo. Vamos a salir a denunciar todo lo que nos desarmoniza con la Madre Tierra y el riesgo inminente que corren nuestros Planes de Vida con la implementación de este modelo minero energético. Vamos a salir porque el dolor del campesino, del negro, del mestizo, del urbano, es nuestro. Vamos a movilizarnos porque el dolor de la Madre Tierra es nuestro y si ella se muere, nosotros también nos extinguiremos con ella. Vamos a protestar porque es la vida la que sigue en riesgo. 

Riesgo anunciado y denunciado durante décadas desde las comunidades y los pueblos decididos a enfrentarlo con la consciencia convertida en camino. Camino y consciencia que quedaron plasmados entre otras, en la Consulta Popular frente al TLC con EEUU realizada el marzo de 2005 y desde la Minga (2004-2008), que convocó caminos para transformar un país con dueños y sin pueblos, en un país de los pueblos sin dueños, con una agenda de 5 puntos surgida desde el dolor, la palabra y la experiencia de las comunidades, conscientes de esta nueva imposición de la conquista enmascarada bajo el eufemismo del “libre comercio”. Sabiamente nos alertaron sobre el riesgo inminente para la vida toda y para nuestra Madre Tierra. Agenda de resistencia y alternativa al libre comercio que miles de comuneras y comuneros caminaron en y desde sus territorios, recorriendo el país en la Minga de Resistencia Social y Comunitaria de 2008, que finalmente no pudo ignorarse y cuya semilla quedó sembrada en el terreno fértil de la resistencia. 

Siguieron y permanecen los años oscuros y difíciles de confusión y aparente olvido, incluidos como siempre, la persecución, la manipulación de los argumentos, el engaño, las envidias, los autoritarismos, el control por la vía del señalamiento a quienes nos atrevemos – y nos atrevimos- a exigir la defensa de los espacios de debate y reflexión críticos y abiertos en comunidad, para que por encima del poder estuviera siempre la verdad tejida en comunidad. Llegamos a sentir y sentimos aún el dolor del despojo y del abandono del camino para y por la vida, suplantados por el frío cálculo del interés particular que de todo se sirve y todo lo manosea y lo penetra; aún nuestros procesos. 

Seguimos y seguíamos sabiendo que la semilla de la Minga frente al “libre comercio” y a la muerte, debía ser custodiada. Pero no parecía haber tierra fértil que la rescatara. Por eso nos llenó de regocijo ver a miles de campesinos y campesinas de diversos sectores del agro paralizando al país, precisamente levantados en rechazo al modelo económico y a su mal llamado libre comercio. 

La semilla encontraba terreno fértil en manos de custodios acostumbrados a trabajar la tierra, a producir frutos y alimentos y, por ello mismo, a sufrir el despojo de la conquista definitiva a manos del extractivismo. Desde la diversidad y la dispersión fueron precisamente las semillas las que los levantaron en el Paro Nacional Agrario y al movilizarse desde las dignidades. La palabra de la Madre Tierra, la misma que nos había llevado a la Minga se convierte en agenda de resistencia a la conquista del “libre comercio” también para el campesinado. Es la defensa de la vida, el reclamo de Mama Kiwe, el origen y el destino de nuestra lucha. Por ello, nuestra lucha común, esta Minga, no tiene dueños ni autoridades, ni puede tenerlas. Por eso, levantarnos en Minga es simultáneamente rechazar a quienes han pretendido mandar vengan de donde vengan. La autoridad es la vida misma y la Madre Tierra movilizadas a través de los pueblos en resistencia que aún la reconocemos y la respetamos. 

Así como lo venimos advirtiendo desde décadas atrás, también sabemos que lo que se necesita todavía no existe y que aún no encontramos palabras para nombrarlo, pero se encuentra en los territorios y su regalo de bienes comunes; aquellos, como el agua, sin los cuales la vida no es posible. Pero sí tenemos claridad que este sistema, que este proyecto de muerte como aprendimos a reconocerlo y a nombrarlo para resistirlo, está en crisis y para superarla necesita despojarnos de nuestros territorios –físicos e imaginarios-, de nuestras voluntades autónomas y colectivas, reclutarnos, eliminarnos y sacarle a la tierra la sangre y la vida para alimentar su insaciable codicia. Para los conquistadores y sus cómplices sobran los pueblos, amenazan nuestras consciencias, escasea la vida y la acumulación no puede detenerse. Por eso es urgente no sólo entender ese proyecto de muerte para resistirlo, ir construyendo alternativas y movilizarnos para tejernos entre pueblos, sino retomar el camino de un mundo otro, posible y necesario, superando la confusión con la que nos compran y nos engañan para que nos rindamos. 

“No venderse, no rendirse y no dejarse engañar” son las enseñanzas prácticas de quienes jamás caen en la trampa que tienden los malos gobiernos y sus cómplices, vengan de donde vengan. Es necesario recordar siempre que cuando no tenemos agendas propias, nuestras, siempre nos someten quienes nos las imponen. De la misma manera, si no es nuestra agenda la que nos lleva a la lucha y a la movilización, obedecemos ciegamente y engañados, los intereses de quienes nos suplantan para que seamos las víctimas, los héroes, los muertos y heridos útiles a sus proyectos. Para caminar nuestra palabra, debemos nombrarla colectivamente, con autonomía y desde abajo. Es la única manera de distinguir entre nosotras y nosotros y ellos, los que nos despojan y nos usan, vengan de donde vengan. 

Por eso nos parece que las movilizaciones y acciones de hecho que caminemos para defender la vida y el territorio, no deben ser utilizadas por algunos únicamente para alcanzar los resultados que pretenden de antemano de mesas de negociación con el mal gobierno que suplanten nuestras decisiones y agendas colectivas. Es que, en últimas, no luchamos para que nos den un espacio en el proyecto de muerte ni cargos en los malos gobiernos, sino para que nuestros planes de vida y nuestros buenos gobiernos los reemplacen para siempre.

Para esta movilización en el mes que occidente bautiza como del “descubrimiento”, nosotras y nosotros ratificamos que octubre es el mes que nos trae a la memoria a millones de indígenas exterminados y a miles de culturas sepultadas, el recuerdo de cuando se inició el genocidio, la conquista y el despojo en nuestro Abya Yala. De allí que no celebramos. Nos levantamos para seguir rechazando la conquista que se profundiza con nuevas, más sofisticadas y perversas estrategias para dominarnos y cooptarnos. Nos movilizamos para gritarle al mundo que hemos resistido más de 520 años y que somos futuro y vida. Vamos a seguir caminando en defensa de la vida y de la Madre Tierra. 

Conmemoramos un futuro necesario que viene tejido a todas las criaturas de la vida desde siempre y lo hacemos señalando nuestro tiempo. Para hacerlo, nombramos una fecha imposible, que nunca existió ni podía ser: El 11 de Octubre de 1492. Imposible porque hasta ese día, no existía América, ni el almanaque del despojador con su tiempo para conquistarnos. Tal como hubo un antes que no cabe en el almanaque de la conquista, hoy nombramos sin palabras el después que nos levanta de un tiempo que llegará y que nunca se ha ido de nuestros corazones. El tiempo de la vida y de la libertad de los de abajo, de los de cerca a la tierra. Sin rendirnos, ni vendernos ni dejarnos engañar: Vamos de vuelta a la casa grande de la Madre Tierra. 

Por: Tejido de Comunicación - ACIN

martes, 12 de noviembre de 2013

Entrevista a Nicolás Rodríguez Bautista, comandante del ELN “El pueblo nos respalda”

"Las pretensiones de Santos son que la guerrilla se desmovilice y entregue las armas y estoy convencido firmemente de que los compañeros farianos no caminan por allí, ni lo haremos nosotros cuando estemos en los diálogos".



Tomás Eliaschev
http://veintitres.infonews.com

11-11-2013 

Los diálogos entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que tienen lugar en La Habana, Cuba, son un acontecimiento de gran relevancia tanto a nivel internacional como en nuestro continente. Hasta el momento en esas negociaciones, que podrían poner fin al conflicto armado, hay un gran ausente: el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la fuerza guerrillera inspirada en el sacerdote Camilo Torres Restrepo que lleva casi medio siglo de lucha insurgente sin que el ejército y los paramilitares hayan podido liquidarlos. La última novedad referida a este grupo guerrillero es que entregaron al Comité Internacional de la Cruz Roja a tres contratistas de la empresa Termo Técnica –que presta servicios para el denominado Oleoducto Bicentenario de Colombia–, quienes estaban secuestrados desde el pasado 10 de septiembre. Veintitrés entrevistó en forma exclusiva al comandante Nicolás Rodríguez Bautista, jefe máximo del ELN, quien se encuentra en la clandestinidad y respondió sobre por qué continúa con la lucha armada, una polémica metodología muy criticada tanto en Colombia como en el resto del mundo. Desde algún lugar de la Serranía de San Lucas, en el departamento de Bolívar, contestó las preguntas mediante un mail encriptado. Es decir, un correo electrónico escrito de forma codificada para que quienes no conozcan el código no puedan leerlo. 

–¿Están dispuestos a entrar en un proceso de paz?
–Siempre hemos sido amantes de la paz, pero para que haya paz es necesario que los señores del poder entiendan que esa es la única salida posible a este conflicto de más de sesenta años. La clase dominante y los imperialistas que son sus amos nos declararon la guerra. Nosotros lo que hemos hecho es responder dignamente, resistir y seguir luchando por la justicia, la soberanía y la paz porque todas ellas nos pertenecen. Cuando estas realidades se hayan alcanzado viviremos en paz, se reconstruirá el país, habrá fraternidad y tendremos patria. Las luchas de hoy son continuación de las luchas de nuestros indígenas contra los invasores, de Bolívar contra el imperio español, de tantos luchadores del siglo pasado y de este, todos con los mismos ideales, sueños y esperanzas que seguiremos sembrando. Y si para esos logros la vida no nos alcanza, marcharemos plenos a los otros niveles de la existencia, sabiendo que hemos aportado a la felicidad de las futuras generaciones y ellas disfrutarán de nuestros sueños e ideales que son también los suyos. 

–Ustedes dicen “el pueblo habla, el pueblo ordena”. ¿Creen que el pueblo no quiere lucha armada? 
–Cuando el pueblo no quiera la lucha armada, esta desaparecerá indefectiblemente. El que en estos 50 años las guerrillas se mantengan activas y en todo el país, demuestra que esta forma de lucha tiene plena vigencia y que el pueblo la respalda. Si no fuera así habríamos desaparecido. Lucha revolucionaria que no cuente con el apoyo popular, fracasa. Los más interesados en que se abran los cauces políticos para que sea por esa vía que se alcancen las grandes transformaciones que el pueblo reclama somos los insurgentes, por ello planteamos la urgencia de una salida política al conflicto. 

–¿Qué opinión le merece hasta ahora el proceso de conversaciones de La Habana? 
–Hay asuntos de la confidencialidad de dicho proceso que no permiten mayores precisiones. Sin embargo, el gobierno pretende alcanzar en la mesa de diálogo lo que no ha logrado en el campo de batalla y eso es un grave escollo para un acuerdo real y duradero. Las pretensiones de Santos son que la guerrilla se desmovilice y entregue las armas y estoy convencido firmemente de que los compañeros farianos no caminan por allí, ni lo haremos nosotros cuando estemos en los diálogos. Si el gobierno no acepta un proceso incluyente, donde se reconozcan y respeten las partes en su carácter y el acuerdo incluya la reconstrucción del país, cualquier esfuerzo fracasa. A los compañeros de las FARC les hemos reiterado nuestro apoyo moral y los mejores deseos por sus avances en este esfuerzo. Valoramos que lo hacen con altura y madurez. 

–¿Cómo plantean que tiene que ser la participación popular en el proceso de paz? 
–En las centenarias luchas populares han quedado definidas demandas, propuestas y acuerdos que luego los gobiernos han desconocido o incumplido, allí están las demandas de diversos sectores populares y sociales. La paz se alcanza si tales demandas se hacen realidad. Es indispensable para ello establecer mecanismos que retomen tales demandas convirtiéndolas en agendas que se lleven a cabo tal como las gentes las plantean. La inmensa mayoría de tales petitorios no son imposibles, sino que hacen parte de realizaciones sociales indispensables. Tanto esas demandas como los acuerdos que resulten de un proceso de diálogos con la insurgencia son la base de la Asamblea Constituyente que hemos planteado en diálogos con gobiernos anteriores, donde todo se refrende conforme a la verdadera democracia. Estos mecanismos están consagrados en la Constitución Nacional, por lo tanto no se le están pidiendo peras al olmo sino que haya voluntad política de los señores del poder. 

–¿Cómo imaginan la devolución de las tierras a los que ustedes sostienen que son los dueños originales? 
–Es difícil imaginarlo porque hasta ahora, cuando latifundistas y terratenientes han visto amenazadas sus propiedades y no se han sentido satisfechos con la protección que les brindan las fuerzas armadas gubernamentales, han conformado y pagado bandas criminales que asesinan a los legítimos dueños que siempre han reclamado sus tierras. Sólo la lucha popular y revolucionaria hará posible las conquistas de los humildes. Al campesinado no le queda otro camino para tener de nuevo las tierras que les han robado. El reciente paro agrario y popular de agosto y septiembre puso de nuevo en alto las banderas de lucha del campesinado colombiano. 

–¿Por qué aplican la pena de muerte a quienes consideran traidores? 
–Nuestros códigos disciplinarios y sancionatorios definen que son traidores aquellas personas que siendo miembros activos del ELN, desertan de sus filas para pasarse a las del enemigo y ponerse a su servicio. A estos elementos se les aplica la pena de muerte y estamos convencidos de que es una necesidad proceder así en aras de defender la integridad de nuestra organización y la lucha misma. 

–En enfrentamientos con fuerzas militares dan muerte a soldados que provienen de sectores populares. ¿Qué dicen ante esto? 
–En nuestros acumulados guerrilleros ubicados en vastas regiones del país las fuerzas armadas actúan como un ejército de ocupación, precisamente porque ven a la población como su enemigo. Dolorosamente los soldados del ejército, así como todo el componente base de las fuerzas armadas del Estado, son jóvenes de los estratos más humildes de nuestra población, arrastrados a engrosar las filas militares y policiales, ante la carencia de un empleo digno y para tener derecho a la Libreta Militar que es un documento de identidad indispensable acá en nuestro país. Asimismo, ser militar o policía es estar bien remunerado económicamente, por ello no le es difícil al Estado tener hoy unas fuerzas armadas de medio millón de personas. 
Recuérdese los mal llamados “falsos positivos”: asesinaron a miles de personas civiles luego de ser engañadas con falsas promesas de empleo y luego muertas en falsos enfrentamientos armados y presentadas como guerrilleros muertos en combate para obtener como recompensa remuneración económica, vacaciones o ascensos. En consecuencia con todo lo anterior, les envío un saludo a todos los miembros de las fuerzas armadas de Colombia, decirles que en la lucha por la independencia contra el imperio español, oficiales y soldados al mando de Bolívar, y los demás próceres independentistas, demostraron su heroísmo, su patriotismo y su condición de pueblo aguerrido, pero luego de ello la oligarquía los ha conducido por el camino de la antipatria para servir a intereses foráneos y defender los inmensos capitales de propiedad de los potentados. 

–¿Qué responden ante la acusación de ser una “narcoguerrilla”? 
–Todos nuestros Congresos, que son los eventos de máxima expresión democrática, han definido y ratificado un deslinde categórico del ELN con el narcotráfico y en esto no hay cabida para otra postura. Preferimos tener muy escasos recursos materiales antes que involucrarnos en tan detestable negocio. Somos de principios, de escrúpulos y nunca hemos aceptado eso de que el fin justifica los medios. Respetamos a las personas y familias que han sido empujadas al trabajo en los cultivos de uso ilícito, ellos no son narcotraficantes sino trabajadores de una actividad ilícita a la que los empujaron las circunstancias. Esa es responsabilidad del Estado colombiano que convirtió a Colombia en una narco-república, no sólo por lo de los cultivos, procesamiento y comercio de los narcóticos, sino porque sus instituciones lo estimularon y se involucraron en él, al punto que no existen instituciones estatales y gubernamentales que no hayan estado involucradas en ello y eso es de conocimiento público. El ELN no es dueño de cultivos ilícitos, ni de procesamientos, ni tiene rutas de narcotráfico. Nada más elocuente que los hechos y lo decimos con autoridad moral. 

–¿Qué rol cree que pueden cumplir los países de Unasur y en especial el gobierno de la Argentina en lograr una paz duradera? 
–Nosotros defendemos la tesis de que hoy es imposible la lucha en solitario de un solo pueblo y una sola sociedad porque sus enemigos están dentro y fuera de las fronteras. Asimismo los amigos y compañeros de lucha de los pueblos y las sociedades están dentro y fuera de las fronteras, y con ellos hay que contar en el desarrollo de la lucha. Estamos seguros de que para un auténtico proceso de paz contamos con todos los pueblos del continente y del mundo y con los gobiernos democráticos y revolucionarios agrupados en Unasur. La presidenta Cristina Fernández ha expresado de manera pública su disposición de contribuir al proceso de paz de Colombia. No tenemos ninguna duda de su voluntad. Hoy de manera particular le enviamos a ella toda nuestra fuerza positiva y solidaridad, con la seguridad de que pronto tendrá buena salud para seguir al frente de su pueblo y su gobierno. Nuestro saludo hoy y siempre al pueblo de la hermana república de San Martín, de Evita Perón, Néstor Kirchner, Darío Santillán. Especial alusión hacemos en este octubre al guerrillero heroico nacido en Argentina y uno de los más grandes internacionalistas, fuente de inspiración de todos los revolucionarios del continente: Ernesto “Che” Guevara. 

–¿Qué consideración hacen del Papa argentino Francisco? ¿Puede aportar a la paz en Colombia? 
–Sentimos admiración por las acciones y prédicas a favor de los pobres del mundo del papa Francisco, es valiente para desafiar los inmensos poderes de las jerarquías ricas y tradicionales de la Iglesia. Dios quiera que su paso por el papado de Roma favorezca las luchas de los auténticos cristianos del mundo. Asimismo su máxima autoridad como jerarca de la Iglesia Católica le permite aportar en la búsqueda de la paz de Colombia junto a otros pastores que han mostrado disposición en ello. Bienvenidos los aportes del papa Francisco. 

–A lo largo de toda esta lucha, ¿le ha tocado dar muerte a alguien? 
–He participado junto a decenas y centenas de guerrilleros en varias confrontaciones militares contra las fuerzas armadas del Estado colombiano y en otras donde ellos nos han atacado; en ellas ha habido militares muertos y heridos y también han caído guerrilleros. De manera individual o fuera de combate no he dado muerte a ninguna persona y espero que no me toque vivir esa experiencia; asumo la guerra porque me han obligado a ella los señores del poder, pero no quisiera que nadie muriera, no tengo odios individuales con nadie, pienso que todos los humanos debemos vivir largamente y no morir violentamente. Nadie merece morir, todos merecemos vivir. 

–¿Cómo sería la reconversión del ELN en fuerza puramente política no armada? En ese caso, ¿usted qué haría? ¿Sería candidato a elecciones? 
–Es muy difícil esa aproximación por lo hipotética; en todo caso la lucha nos ha enseñado a actuar en las más particulares circunstancias y nada de lo que haya que hacer en cumplimiento de la lucha revolucionaria nos será extraño.

jueves, 7 de noviembre de 2013

¿Son seguros los transgénicos? No existe consenso científico sobre la seguridad de los transgénicos

por  • 24 OCTUBRE, 2013

Earth Open, 21 de octubre de 2013
Andy-Stirling-Brian-Wynne-Vyvyan-Howard-Hans-Herren-Pushpa-Bhargava
No existe consenso científico sobre la seguridad de los alimentos y los cultivos modificados genéticamente, de acuerdo con un comunicado publicado el 21 de octubre por un grupo internacional formado por más de 85 científicos, académicos y médicos (1).
La declaración se produce en respuesta a las recientes afirmaciones de la Industria que produce los transgénicos y de algunos científicos y periodistas de que existe tal consenso científico sobre la seguridad para la salud humana y animal y el medio ambiente. La declaración dice que tales afirmaciones son falsas: “No existe consenso sobre la seguridad de los transgénicos”.
Al comentar esta declaración, uno de los firmantes, el profesor Brian Wynne, director asociado y coinvestigador desde 2002 a 2012 en el Centro para los Aspectos Económicos y Sociales de la Genómica, CESAGEN, Universidad de Lancaster, dijo: “No hay consenso entre la comunidad científica sobre la seguridad para la salud o el medio ambiente de los cultivos y los alimentos transgénicos, y es falsa e irresponsable cuando una persona hace una afirmación en sentido contrario. Muchas de las cuestiones más importantes siguen sin responderse, mientras se siguen publicando estudios por parte de científicos independientes que forman parte de la literatura científica internacional. De hecho, muchas de estas cuestiones claves de interés público se han estado olvidando durante años, debido al desequilibrio entre las diferentes fuentes de financiación de las investigaciones, poco ocupadas en la bioseguridad y más en su proyección científico-comercial de esta tecnología”.
Otro firmante, el profesor C.Vyvyan Howard, toxicólogo médico cualificado de la Universidad de Ulster, dijo: “Un gran número de estudios sugieren que los cultivos y los alimentos transgénicos pueden ser tóxicos y provocar alergias, provocando efectos adversos sobre organismos beneficiosos y otros.. Pero como no están etiquetados los transgénicos y no se han realizado estudios epidemiológicos, no hay manera de saber si el creciente número de enfermedades crónicas tienen algo que ver con el consumo de alimentos transgénicos o no”.
Un tercer firmante de la declaración. Andy Stirling, profesor de política científica y tecnológica de la Universidad de Sussex y miembro del GM Science Review del Gobierno del Reino Unido, dijo: “La razón por la cual algunas multinacionales prefieren las tecnologías de modificación genética sobre otras muchas alternativas es que los transgénicos ofrecen más formas de control de la propiedad intelectual y de las cadenas de suministro de todo el mundo. Para intentar que no se discuta sobre estas cuestiones, los que tienen intereses relacionados están tratando de negar muchas de las incertidumbres que existen y censuran la diversidad dentro del mundo científico. Esto socava el debate, y la misma ciencia”.
La declaración de este grupo de científicos fue publicada por la Red Europea de Científicos por la Responsabilidad Social y Ambiental, en la semana en que se concedió el Premio Mundial de la Alimentación a las Empresas de semillas Monsanto y Syngenta y que el Secretario de Medio Ambiente del Reino Unido se opusiese al etiquetado de los alimentos transgénicos como algo perverso.
Los firmantes de la declaración incluyen a científicos prominentes y respetados, entre ellos el Dr. Hans Herren, ganador del Premio Mundial de la Alimentación y Premio Nobel Alternativo y el Dr. Pushpa Bhargava, conocido como el padre de biotecnología moderna en la India.
Claire Robinson, directora de investigación de Earth Open Source, comentó: “La declaración conjunta y los comentarios de científicos y académicos de alto nivel, acaban con las afirmaciones de que existe consenso científico sobre la seguridad de los transgénicos, y muestra que estos están comprometidos en un esfuerzo para evitar todo debate sobre este asunto. Hay que preguntarse por qué estas personas están intentando evitar una mayor investigación de un tema de gran importancia para el futuro de la alimentación y de la agricultura. En realidad necesitamos más debate público sobre los impactos de esta tecnología, especialmente si tenemos en cuenta otras alternativas efectivas que están siendo abandonadas en beneficio de los transgénicos”.
Notas:
Resumen de la declaración “No hay consenso científico sobre la seguridad de los transgénicos”
1.- No existe consenso científico de que los cultivos y los alimentos transgénicos sean seguros para la salud humana y animal.
2.- En los estudios revisados por pares se encontró que sobre la seguridad de los cultivos y alimentos transgénicos había disparidad entre los científicos. Sin embargo, es de destacar que aquellos que proclaman su seguridad estaban financiados por los mismos que producen y comercializan los transgénicos.
3.- Una revisión encontró que estudios que siempre se citan para mostrar la seguridad de los alimentos y cultivos transgénicos, en realidad plantean muchas dudas.
4.- No se han realizado estudios epidemiológicos para determinar si los cultivos transgénicos están afectando a la salud humana, por lo que no se puede asegurar que millones de personas que consumen transgénicos no tengan efectos nocivos sobre su salud, y una afirmación en sentido contrario no tiene base científica.
5.- No existe consenso científico sobre la seguridad de los transgénicos en el medio ambiente. Estudios han asociado a los cultivos modificados genéticamente tolerantes a los herbicidas un mayor uso de herbicidas con efectos tóxicos para organismos no objetivo.
6.- Una encuesta realizada ente los científicos demostró que los que recibían financiación de las empresas biotecnológicas eran más propensos a creer que los cultivos transgénicos son seguros para el medio ambiente, mientras que los científicos independientes eran más propensos a subrayar incertidumbres.
7.- Aunque algunos organismos científicos han hecho declaraciones apoyando en términos generales los transgénicos, aunque a menudo se incluyen importantes advertencias, es necesario una mayor regulación y destacar la necesaria atención sobre los riesgos y beneficios potenciales de los transgénicos. Una declaración de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), alegaba que la seguridad de los transgénicos había sido impugnada por 21 científicos, entre ellos un buen número pertenecían a la AAAS.
8. Existen acuerdos internacionales, como el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad Biotecnológica, ya que expertos de todo el mundo creen que se debe aplicar el principio de precaución en el caso de los transgénicos. Las preocupaciones sobre los riesgos están bien fundadas, como puede verse por los resultados contradictorios, no concluyentes, en los estudios sobre seguridad de los transgénicos.